miércoles, 17 de octubre de 2007

En el Aparato Reproductor Materno ...


Útero materno

Participan en el agrandamiento uterino la hipertrofia e hiperplasia dos mecanismos: la influencia hormonal y la adaptación al crecimiento del huevo que aloja.

Sufre un crecimiento considerable por hipertrofia celular:
1. La masa celular aumenta 20 veces

2. El volumen intrauterino lo hace 1000 veces.
3. Su tamaño crece de 7 a 9 cm a 33 - 35 cm al término de un embarazo normal
4. Su peso de 70 g aumenta a 1 100 g .

El cuello uterino se reblandece y se encuentra notablemente cianótico por aumento de la vascularización, el edema y la hiperplasia e hipertrofia de las glándulas cervicales, pero además ocurre en piel, la mucosa y los músculos del perineo y la vulva.
Los tabiques que separan los espacios glandulares se adelgazan y se llenan de un moco viscoso (tapón mucoso o limos).
En las primeras semanas del embarazo el útero mantiene su forma de pera invertida, pero a medida que el embarazo avanza el cuerpo y el fondo toman una forma globulosa.

Desde el primer trimestre del embarazo, el útero posee contracciones irregulares las que normalmente son indoloras:

1. Contracciones de Alvarez: muy pequeñas y de gran frecuencia (1 por minuto), localizadas en una pequeña área uterina.
2. Contracciones de Braxton Hicks: de mayor intensidad y menor frecuencia (1 cada 60 minutos


Cambios Vaginales
Aumento de la vascularidad vaginal, siendo color violeta característico de la vagina durante el embarazo (signo de Chadwick).
Las paredes vaginales se preparan para la distensión que ocurrirá durante el parto.
Las papilas de la mucosas vaginal también experimentan una hipertrofia.

Al inicio del embarazo, la citología es similar a la de la fase lútea de un ciclo menstrual normal. A medida que progresa el embarazo se encuentran dos tipos especiales de células:

1. Las naviculares que son pequeñas células intermedias
2. Lactobacillus Acidophilus como flora habitual.


en Ovarios
Durante el embarazo deja de producirse ovulación, y en cambio el cuerpo amarillo persiste funcionando en el ovario durante las primeras 6 o 7 semanas de la gestación.

El cuerpo lúteo del embarazo también está encargado de la secreción de relaxina, junto con la placenta y la decidua parietal

Modificaciones en las Glándulas Mamarias


Durante el embarazo, al elevarse los niveles de progesterona, prolactina y lactógeno placentario, los lobulillos se expanden en forma de racimos y la glándula mamaria se prepara para cumplir su función primordial, la secreción de leche.



Entre la 5a y la 8a semana las mamas aumentan notablemente de tamaño, se sienten más pesadas, se intensifica la pigmentación de la areola y el pezón y se dilatan las venas superficiales. Al final del primer trimestre aumenta el flujo sanguíneo por dilatación de los vasos sanguíneos y neoformación de capilares alrededor de los lobulillos.



Después de las 20 semanas, cesa la proliferación del epitelio alveolar y las células inician su actividad secretora. Los alvéolos están formados por una sola capa de células epiteliales cuboídeas o cilíndricas bajas, organizados en acinos cada una de las cuales tiene la capacidad de producir leche completa. Las células mioepiteliales que rodean al alvéolo se alargan y adelgazan.




Lactogénesis


Hacia el término de la gestación los alvéolos muestran en su interior una substancia compuesta por células epiteliales descamadas y leucocitos y se puede detectar lactosa en la sangre y orina de la madre, la que se ha correlacionado con síntesis de lactosa en la glándula mamaria. Durante el embarazo, las células alveolares sintetizan lactosa en la célula, la que se absorbe, pasa a la sangre y se elimina por los riñones. Así, el aumento de lactosa urinaria durante el embarazo, refleja la actividad de síntesis de la mama. En la mayoría de las mujeres la excreción de lactosa por la orina comienza entre las 15 y 20 semanas de gestación. A esta capacidad de las mamas de sintetizar los componentes de la leche se le denomina Lactogénesis. Además, el crecimiento del pezón se relaciona con el nivel de prolactina y el crecimiento de la areola con el nivel de lactógeno placentario .Al término del embarazo se observa un aumento de volumen de la mama de entre 20 a 227 ml.

martes, 16 de octubre de 2007

Las Hormonas durante el embarazo


Todos sabemos la importancia del sistema endocrino en el organismo, este es el encargado de regular las actividades orgánicas.De la producción hormonal en el periodo gestacional dependen funciones básicas, como el adecuado transporte de glucosa hacia el feto, y acciones que permiten llevar a feliz término el embarazo.


La placenta es el órgano endocrino fundamental durante la gestación ya que produce una serie de hormonas de relevancia en el embarazo como son:
  • Gonadotrofina coriónica humana: producida sólo durante la gestación, se encarga de mantener el cuerpo lúteo hasta que la placenta este preparada para asumir completamente la secreción de estrógenos y progesterona. Los niveles de GCH, elevados durante el primer trimestre de gestación, contribuyen al diagnostico del embarazo mediante test y exámenes que la detectan en el plasma sanguíneo o la orina; Además los síntomas de nauseas y vómitos en el embarazo están relacionados con la presencia de esta hormona.

  • Lactógeno placentario: asegura el correcto desarrollo fetal y además tiene por función la estimulación de las glándulas mamarias como preparación para la lactancia.

  • Progesterona: posee múltiples funciones como son estimular el engrosamiento de endometrio y la implantación del embrión, por lo que se dice que es una hormona “proembarazo”, por otra parte también contribuye al desarrollo de las glándulas mamarias, productoras de leche.

  • Estrógenos: aumentan sus concentraciones en grandes cantidades durante la gestación estimulando el crecimiento uterino con un consecuente embarazo saludable. También estimulan las glándulas mamarias.



La Hipofisis aumenta su volumen de un 30 a 50%. la prolactina plasmática aumenta progresivamente durante el embarazo alcanzando niveles hasta 20 veces mayores que los normales.

Los cambios en la glándula tiroides se ven reflejados en el estado hipermetabólico de la embarazada. Ocurre, además, un leve aumento de TSH estimulado por gonadotropina que podría llevar a un bocio fisiológico. Las hormonas tiroideas no pueden pasar en concentraciones mayores al feto producto de la barrera placentaria.
En el páncreas se produce hiperinsulinemia causando que los niveles de glucosa plasmática en la madre disminuyen observándose hipoglicemia. Este hecho se ve potenciado por el constante traspaso de glucosa materna al feto por la placenta, para así suplir las necesidades de éste.
En relación con la hormona paratiroidea, encargada de aumentar la calcemia, que se ve aumentada durante la gestación como efecto compensatorio provocando un descenso progresivo de las concentraciones de calcio total que alcanzando un mínimo en la mitad del tercer trimestre, un descenso leve del fósforo y del magnesio. El calcio es transportado en forma activa hacia el feto, por lo que este se vuelve hipercalcemico respecto de su madre, situación que se normaliza luego del nacimiento.

Consejos para prevenir estas infecciones

° Extrema la higiene en la zona genital
° Bebe mucho líquido, de preferencia dos litros de agua cada día
°° Come verduras para eliminar bacterias mediante la orina
°°° No aguantes las ganas de orinar
°°° Limpia la zona genital sólo con agua
°° Evita la humedad en la zona vaginal
° Restringe el uso de duchas vaginales
° Utiliza ropa de algodón para permitir la transpiración
°° Evita el consumo de sustancias que irritan la vejiga, como café y comidas muy condimentadas
°°° Consume alimentos ricos en vitamina C, que ayudan a acidificar la orina.

Sistema Nefrourológico

Algunas de las modificaciones cardiovasculares y renales son, junto a las del aparato reproductor, las de mayor trascendencia. A continuación descubriremos que cambios sufre el Sistema Renal en la gestante.

1.- Los riñones crecen alrededor de 1 cm de largo durante el embarazo. Este aumento de tamaño y también de peso es debido a un incremento del volumen vascular e intersticial.

2.- El flujo plasmático renal aumenta hasta un 75% sobre los niveles de la mujer no embarazada, alcanza un promedio de 840 ml/min a las 16 semanas de gestación, y disminuye discreta pero significativamente al término del tercer trimestre.

3.- La dilatación de los uréteres y de la pelvis renal comienza al segundo mes de embarazo y alcanza su máximo en la mitad del segundo trimestre. El uréter derecho se presenta casi siempre más dilatado que el izquierdo. Las causas mecánicas y la relajación muscular por efecto de la progesterona son las responsables de estos cambios anatómicos.

4.- La filtración glomerular, medida por el clearance de insulina, aumenta precozmente en el embarazo, desde las 5-7 semanas, alcanza un 50% más sobre el clearance de la mujer no embarazada y así se mantiene hasta el término de la gestación.

Otros cambios que ocurren una reducción en la concentración plasmática de sodio y sus electrolitos asociados, que es contrarrestado por el aumento de la reabsorción de sodio por parte de los túbulos renales ( uno de los cambios más importantes durante el embarazo) y es favorecida por la acción de la aldosterona, estrógenos y desoxicorticosterona, en concentraciones mucho más elevada en el embarazo.
El sistema renina-angiotensina aumenta su actividad entre cinco y diez veces. Asimismo, los valores de angiotensinógeno aumentan cuatro a cinco veces sus niveles. Sin embargo, la embarazada normal tiene poca sensibilidad al efecto hipertensivo de este sustrato, por el efecto homeostático de la aldosterona.
La excreción de glucosa en la embarazada también está elevada. Algunas pacientes con función renal normal, excretan entre 1 a 10 g de glucosa al día. La causa más importante del aumento de excreción de glucosa es el aumento de la filtración glomerular. Algunos autores postulan que existe también una disminución en la capacidad de reabsorción al nivel de los túbulos proximales.
La excreción de proteínas no se ve alterada durante la gestación normal. Los valores de 100-30 mg/24h son similares a los de la mujer no embarazada.


Complicaciones

Las Infecciones urinarias son relativamente frecuentes en el embarazo -el 10% de las mujeres deben enfrentarse a esta patología-, su tratamiento es esencial para evitar riesgos durante los meses de gestación, ya que conlleva a la aparición de contracciones, con la posibilidad de tener un parto prematuro. Sin embargo, si es que se detecta a tiempo, su tratamiento es muy efectivo y no perjudica al bebé.
Esto se explica por el hecho de que la embarazada tiene mayor cantidad de hormonas que hacen que el riñón trabaje más lento. A eso se suma el hecho de que la mujer tiende a orinar con más frecuencia de la habitual por el peso que ejerce el útero sobre la vejiga.

En casos de que la gestante tenga una enfermedad renal crónica tienen una función renal razonablemente normal, pero el pronóstico del embarazo puede no ser bueno. En una gran cantidad de embarazos complicados por una glomerulonefritis primaria la tasa de mortalidad fetal fue del 15% incluso sin una función renal alterada. Si esto sucede, debe realizar visitas prenatales frecuentes para determinar la tendencia de la presión arterial; también someterse a screening y tratadas si hay bacteriuria para disminuir el riesgo de una pielonefritis.


En el siguiente link se muestra una explicación sobre Enfermedades en el Riñón y vías urinarias en el embarazo, desarrollado por la Dra. Emilia Zamora G. y otros académicos de la Universidad de Chile: